Por Melvinson Almánzar
El Radisson Blu Punta Cana es un hotel de lujo ubicado cerca de la playa de Arena Gorda en Cabeza de Toro, Punta Cana, República Dominicana.
Nuestra aventura comenzó cerca de las 2:00 pm, al llegar a la propiedad acompañado de los periodistas Elia Pacheco (SIN y RC Noticias) y Kelvin Faña (El Pregonero), luego de varias horas de camino desde Santo Domingo. En el lugar nos aguardaban los colegas Ángel Fernández y Daniela Nava, del periódico Bávaro Digital, gracias a la invitación de doña Tania Castillo, Ceo del Hotel.
La primera expresión de calidez en el Radisson Blu, la sentimos con el trato de la seguridad del hotel, agentes amables y serviciales. Asimismo, fuimos recibidos por la sonriente y gentil Shannays Alberto, quien nos hizo sentir de inmediato como en casa. Este comportamiento es el mismo que fuimos sintiendo en todo el personal, creo que a este resort de lujo le quedaría bien el lema ¡una cadena de sonrisas!
Ver tambien: Radisson Blu Punta Cana: una experiencia espectacular en un todo incluido lleno de paz
Pasadas las 2:07 de la tarde entramos en contacto con las primeras áreas del hotel, un lobby espectacular y acogedor. Con techo de cana, muy propio de la cultura dominicana; sillas estilo huevos; un estación donde sirven diversos cafés, un piano blanco muy elegante y un área administrativa donde se hace el ingreso y egreso de forma muy ágil. Por supuesto, con unas atenciones de primera y personal que habla en varios idiomas.
Siendo las 2:17 pm, el hambre atacaba por esperar nuestra llegada para almorzar juntos y se reflejaba en la cara de Ángel Fernández, director de Bávaro Digital y su redactora Senior Daniela Nava, tanto que casi necesitaban oxígeno y carne (risas). Al tiempo que recibimos la cordial bienvenida por parte de Cesar Rodríguez, gerente de ventas del hotel, quien nos llevó a degustar un rico almuerzo en el restaurante The Chef Master. Aquí sirven una variedad de comidas internacionales frescas y se degusta el desayuno del centro vacacional. Este lugar refleja la personalidad dinámica del chef ejecutivo y utiliza ingredientes locales en cada plato especial.
En sentido general, Radisson Blue Punta Cana ofrece cocina caribeña local junto con platos internacionales y fusión mediterránea y asiática. Los cantineros expertos elaboran deliciosos brebajes como martinis de chocolate y cócteles rellenos de bayas, y el amplio menú de bebidas incluye cervezas heladas y vinos internacionales, así como creaciones de ron y carajillos españoles.
Luego de alegrarnos el corazón y llenar nuestros gigantes estómagos con la magistral comida del Radisson Blu, el gerente de ventas Cesar Rodríguez, nos condujo a conocer las áreas principales del hotel.
A las 3:34 de la tarde iniciamos a conocer las habitaciones y de paso en una entrevista muy elocuente, el ejecutivo nos indicó que pueden variar en tamaño y estilo, pero suelen estar equipadas con todas las comodidades que se esperan de un alojamiento de alta calidad. En resumen, Rodríguez define el Radisson Blu como una casa grande, que se distingue por el trato más personalizado y cálido en los resorts de Punta Cana.
Radisson Blu, cuenta con habitaciones estándar y apartamentos. La propiedad tiene condominios de dos dormitorios con hidromasajes, condominios de dos habitaciones normales, condominios de tres con vista al mar y jacuzzi, condominios de tres con vista al mar, condominios de tres cuartos normales y condominios de tres dormitorios con hidromasajes.
El hotel cuenta con una piscina al aire libre que serpentea prácticamente por toda el área habitacional, tiene un spa de servicio completo, un gimnasio y varios restaurantes y bares. Los huéspedes pueden disfrutar de actividades como deportes acuáticos, excursiones de aventura y clases de cocina. También tienen servicio a las habitaciones y conexión a internet de alta velocidad, gratis.
Después de las primeras horas de grabación y recorrido, tomamos un descansito, pero no sin antes beber y probar el trago especial de la casa “Radisson Blu”, en uno de los bares. Luego, degustamos un rico champagne y unos chocolates que nos esperaban en la habitación tipo apartamento, con área para poner el computador, bar, cocina con nevera, lavadora y terraza enormes. Al segundo, mi compañero de habitación Kelvin Faña “El Pregonero”, me dijo que volvería lo más pronto posible.
Al caer la noche, tipo 7:30, nos dirigimos al restaurante Kigen, ubicado frente a la playa. El mismo trabaja la cocina gourmet, con una fusión de sabores dulces, ácidos y picantes inspirados en las cocinas de Japón, China y Tailandia. La verdad quedé fascinado con el Sushi de este lugar y la colega Elia comió de lo lindo como una obrera y no japonesa.
Luego pasamos al Bar y Parrilla RBG, una maravilla en la playa donde el colega Gery Soriano (Bávaro Magazine) fue el líder en gozo, aunque fue el último el llegar al hotel (Risas). Aquí se ofrece comida americana y española, refrigerios y aperitivos. Después de las 11 pm, comienza la fiesta en la playa, con un DJ o música de baile en vivo.
Siendo las 11:41 de la noche, decidimos explorar el ambiente por la comunidad y nos dimos una vueltita por la discoteca Luxury, ubicada a un minuto del hotel Radisson Blu. El ambiente es sensacional y ya saben, bailamos hasta con gente de la India. Entrada la madrugada retornamos al hotel, la seguridad hizo todas las inspecciones de rigor, tal como lo hicieron cuando salimos y es que en el Radisson la seguridad está garantizada.
Pasadas las 10:00 am del día siguiente, compartimos el desayuno en el restaurante The Chef. Aquí todo es preparado con productos muy frescos y sinceramente las opiniones sobre la comida eran fabulosas. En un momento di una vuelta para conocer el gimnasio, pero ya saben, solo mire y está muy bueno (risas). La colega Andrea Nava, fue la única que hizo cardio el día anterior, aunque de seguro dura los siguientes dos meses solo ejercitando el codo (Risas).
Pasadas las 11:00 am, regresamos a descansar y preparar algunos trabajos periodísticos sobre el hotel. De paso, entramos a la tienda de artesanía y otros productos dominicanos que los visitantes llevan de recuerdo. Allí compramos collares y pulseras hechos en larimar, la piedra nacional.
A eso de la 1:45 de la tarde dimos una vuelta por la playa Cabeza de Toro, una hermosa extensión de arena blanca con salida a excursiones para ver delfines y otros atractivos marítimos. Luego descansamos por el área de la piscina, una verdadera experiencia de paz.
Retornamos a las habitaciones para tomar un descanso y preparar contenidos, pero a las 4:45 pm salimos a Cap Cana para unas reuniones corporativas y conocimiento de proyectos. Allí compartimos unos minutos con la señora Tania Castillo, ejecutiva principal del Radisson Blu Punta Cana y dama de trato exquisito.
Después de Cap Cana, regresamos al hotel Radisson a eso de las 7:30 pm, donde el chef ejecutivo Cesar Ramírez, junto a su equipo nos preparó una degustación de varios platos para conocer ampliamente la gastronomía del negocio, entre ellos: Langostinos Empanados con Cous, Ensalada Fresca con Vinagreta de Mango y Papaya, sobre Cremosos de Hariza. Además, Crema de Mar y Montaña del Mar, Camarones de Mejillones y Langosta de la Tierra. Caldo de Aves Tapioca, Zanahoria y Remolacha.
El entremés fue Cap Roig de Chillo, Arroz Cremoso de Calabaza y Caldo de Acelgas y espárragos. Mientras que de plato fuerte probamos Encofrado de Cordero en Salsa de Miel de Romero, acompañado de Mil Hojas de Papa y Verduras. Como postre, tomammos una delicia llamada Bizcocho de Naranja, con Yogurt y Lágrimas de Cítricos. Pocos hoteles pueden presumir tanta calidad y variedad en su gastronomía.
Después de estos manjares, que ponen un sello de extraordinario al Radisson Blu, algunos optamos por el descanso a son de vino y otros colegas se fueron a conocer centros de diversión en los entornos del Blu. Al día siguiente “El Pregonero” estaba buscando compañía a las 7:00 am para ir al gimnasio, un señor de edad que no levanta más que cucharas (Risas), pero no fue hasta el desayuno que nos activamos de nuevo, por ahí de las 10:00 am. Como siempre todo muy exquisito, después un descansito de par de horas y el almuerzo.
Siendo las 12:38 llegamos a comer y se acercaba la triste hora de partir, pasada la 1:30 pm hicimos el Check-out (salida), súper rápido y cómodo. De ahí partimos hacia el Catamarán más grande del Caribe, pero esa historia se las cuento en otro episodio de www.visitantes.do.
En síntesis, hospedarse en el hotel Radisson Blu Punta Cana es una experiencia cómoda y conveniente. Radisson es una maravillosa opción para unas vacaciones relajantes y lujosas en la playa, en un todo incluido que ofrece las facilidades que se esperan de un alojamiento de alta calidad y un servicio excepcional.
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